domingo, 11 de noviembre de 2018

En tiempo de rojos, hambre y piojos

Socialismo (izquierdismo en general) y prosperidad económica son términos que se excluyen mutuamente. La primera prueba la tuvimos en España con el gonzalato, aquél que prometió que crearía ochocientos o mil puestos de trabajo y lo que hizo fue subir el nivel de paro a niveles nunca vistos (además de acometer ciertas privatizaciones beneficiando descaradamente a los amigotes).
Quizá un gobierno de signo contrario habría tenido el mismo éxito que el tardofelipismo enfrentando la crisis de los noventa, pero nunca lo sabremos. Lo que sí sabemos es que el rodrigato reeditó, corregidos y aumentados, los dislates económicos de su predecesor ideológico, agravado con la negación en sede parlamentaria y en debate televisado de que estuviéramos enfrentando una crisis, y rematado con el absoluto despilfarro que supuso el llamado plan E.
Y como no hay dos sin tres, ahora tenemos el sanchato. La posición del dctr Snchz se ve empeorada por el hecho de que descansa parlamentariamente, en mayor medida que en ninguna otra formación, en los neocom del Chepas (sí, ya sé que siempre le he llamado Junior, pero por lo visto le fastidia sobremanera que se refieran a él por ese mote giboso, así que…), generadores de las ideas más delirantes en materia económica (en cualquier materia que tenga que ver con el bienestar de alguien que no sean ellos mismos, en realidad).
Así, no es extraño que, presentado el proyecto de presupuestos generales del Estado para el año que viene (tarde y mal), el líder de la oposición haya tenido que decir, a este lado de los Pirineos, que defiende a España de los presupuestos nefastos que Sin vocales representa, y al otro lado (es decir, en las instituciones europeas) que el presidente suciolisto intenta financiar su campaña electoral como hizo Zapatero (como ya sabemos, el dinero público no es de nadie, para esta gente).
Parece que en Bruselas hacen más caso al popular que al exjugador de baloncesto, porque han cuestionado el proyecto enviado y advertido del riesgo de incumplimiento. No contribuye a la solvencia intelectual en materia económica que el presidente sin escaño (recordemos, no es diputado porque renunció al escaño cuando le descabalgaron de la secretaría general de su partido)haya tenido que improvisar tres decretos-ley para cuadrar las cuentas; ni que envíe al coletas a negociar en la cárcel el apoyo de la formación del estrábico con sobrepeso –un golpista es de quien depende que los presupuestos salgan adelante o no… cosas veredes, amigo Sancho-, cuando los separatistas sólo quieren hablar de lo suyo (en este caso, de los presos).
Tan mal fue la cosa que el yerno del proxeneta de homosexuales ha tenido que desmarcarse de las maniobras de su vicepresidente de facto (al menos, a los ojos de ese perpetuo mitinero que es Junior: quiero decir que el hijo del terrorista se ve a sí mismo como vicepresidente del Gobierno… de momento), recordando que la negociación la hace el Gobierno (a saber qué dirían si las negociaciones hubieran salido en el sentido que pretendían). Para remate, el neocom alfa ha lanzado la propuesta de convertir el cannabis en un sector estratégico para España.
Desengañémonos, pues: estamos mucho más cerca de convertirnos en una narcorrepública de lo que pudiéramos haber sospechado.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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