Las
feminazis, colectivos LGBTIXYZ,
izquierdosos y demás patulea rojiprogre
defienden la libertad de expresión –ya hablaremos del caso de Dani Mateo, ya;
en una semanita- para ellos mismos (es decir, cuando atacan a los demás); pero
demuestran tener la piel muy fina y se escandalizan como damiselas de folletín
cuando alguien –aunque ese alguien sea de hace años, décadas o hasta siglos-
les toca la fibra sensible (por así decir; lo de fibra sensible, digo).
Después
de la polémica por la palabra mariconez
en Operación Truño, a Paula
Echevarría se le ha vuelto en contra una broma en Instagram: No confíes en nadie porque cuando menos te
lo esperas, maricón el que lo lea. Naturalmente, los de los grupos abecedario le saltaron a la yugular,
llamándola de todo menos bonita. Al menos, demostró sentido del humor, al
reconocer que hay que andar con pies de plomo… y, por si acaso, pedir perdón al
plomo.
Pues
eso, que les vayan dando.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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