El
problema fundamental de la derecha española –de la izquierda también, pero el
que suscribe es de derechas y, por lo tanto, lo que voy a decir a continuación
se les presupone a los rojeras- es la discrepancia entre lo que dicen en la
oposición y lo que hacen una vez llegan al poder. No hay más que comparar, por
ejemplo, al Rajoy líder de la oposición (sobre todo hasta 2.008) y al Rajoy
presidente.
Vamos
con el tema. Creo que fue a consecuencia de decir Isabel García Tejerina que el
nivel educativo en Andalucía es bastante malo que todos los líderes andaluces,
hasta los de su propio partido, saltaron a su yugular acusándola de haber
insultado a los estudiantes andaluces. No era así, claro: a quien se estaba
refiriendo era a los docentes o, más bien, a los responsables políticos
regionales de la educación. Pero ya se sabe, no hay que dejar que la realidad
te estropee una buena consigna.
Afortunadamente
para ella, el presidente del PP la respaldó e impuso un discurso duro en
Andalucía, asemejando el régimen socialista andaluz con la Cuba castrista,
donde si criticas al régimen te estás jugando prácticamente todo. También prometió
que el PP no participará en ningún Gobierno con el PSOE (Es inasumible que en España gobierne un preso, dijo, refiriéndose a
las negociaciones con Junqueras).
Iba
a terminar diciendo que quizá el primer párrafo no tenga mucho que ver con el resto de la
entrada. Sin embargo, las recientes componendas en la renovación del CGPJ entre
PP y PSOE han establecido esa ligazón.
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