Izquierda
y economía real son conceptos, no ya contrapuestos, sino antitéticos. El
creador del marxismo no era economista, sino filósofo. Tan poca idea tenía de
economía (o tanta, depende de cómo se mire) que se las apañó para vivir a costa
del hijo de un empresario, que fue el que sufragaba sus gastos y el que le
ayudó a escribir sus truñ… obras.
Así
las cosas, no es de extrañar que sus herederos ideológicos muestren y
demuestren su nulo conocimiento de lo que es, de verdad, la economía. La flamante
nueva titular del ministerio de Trabajo, una neocom, persigue elevar la
cuantía y duración de las prestaciones por desempleo y extender su cobro a una parte creciente de la población.
Empezando
por lo último, si el gobierno socialcomunista dura lo suficiente, es indudable
que una parte creciente de la población,
por no decir toda la que no esté enchufada en algún pesebre –como, sin ir más
lejos, la susodicha-, irá de cabeza al paro. Pero es que elevar lo que se cobra
por no hacer nada y aumentar el tiempo que se está cobrando no incentiva
precisamente, salvo que se tengan principios y amor propio, a buscar un
trabajo.
Más
bien todo lo contrario. Fijémonos en la región de España en la que los
socialistas (primero solos, luego con ayuda de comunistas y/o pomelos) han gobernado durante casi
cuatro décadas. Esa región está a la cola en todos los indicadores económicos y
sociales, y los únicos en los que está a la cabeza son, precisamente, los
malos.
Y
todavía hay quienes les votan…
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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