Hace
aproximadamente cuatro semanas, Sin
vocales visitó las Islas Baleares para ver los estragos causados por la
tormenta Gloria. Dado que su tiempo es tan valioso (nótese la ironía), en lugar
de desplazarse en coche –no, no hasta las
Baleares, sino por Mallorca-, lo que
le habría llevado algo más de tres cuartos de hora, fue en helicóptero, lo que
le llevó sólo veintitrés.
Hasta
aquí, todo más o menos normal para el personaje. Ya sabemos que le ha cogido
gusto a eso de usar los medios públicos, y a desplazarse por el aire. Lo que no
es tan normal es lo siguiente: hizo que el único helicóptero disponible para
las tareas de búsqueda de un desaparecido en Mallorca dejase estas labores para llevarlo a él en un viaje a través de la isla; además el helicóptero, que
estaba siendo esencial en las tareas de búsqueda, estuvo más de dos horas
parado esperando la llegada del presidente, que acudió a la isla con un
considerable retraso sobre el horario previsto, con lo que en conjunto, siempre
según ABC, el helicóptero dejó la búsqueda durante un mínimo de tres horas; finalmente,
durante este tiempo el Instituto Balear de la Naturaleza (Ibanat) dedicó otro
helicóptero a la búsqueda, pero según las fuentes que cita ABC este segundo aparato
no está habilitado para tareas de rescate, por lo que resultaba mucho menos
eficaz.
Naturalmente,
desde Moncloa negaron categóricamente (sic) tal información. Lo malo es que las
negativas se contradicen. Mientras que desde Madrid afirman que siempre que se organiza una visita de este
tipo a zonas afectadas se persigue de manera prioritaria no poner en peligro la
vida de ninguna persona y no interferir en los trabajos de rescate, la Delegación
de Gobierno en Baleares afirmó que la intervención del helicóptero de la
Guardia Civil en las tareas de búsqueda de los desaparecidos en Baleares por la
tormenta Gloria no estaba prevista la mañana que viajó el presidente Pedro
Sánchez a Mallorca, y que el helicóptero voló por la tarde a Ibiza por un
requerimiento puntual al encontrarse la chaqueta del británico desaparecido
pero, que, no obstante, esa mañana (la de la visita) no tenía programado ningún
servicio.
Es
decir, que el desaparecido iba a tener a bien no morirse, ahogarse o, en
definitiva, no sufrir ningún daño más durante el vuelo de Sin vocales. Lo malo no es que la noticia sea verídica. Lo malo es
que es verosímil. Pedro Sánchez Castejón (nótese que uso todas las letras) ha
dado tales muestras de que lo único que le importa es él, que a nadie le
extrañaría que hubiera requisado el
helicóptero para darse el gusto de volar, aunque eso pusiera en peligro la vida
de los desaparecidos.
Por
lo que he podido ver en Internet, el desaparecido sigue desaparecido… lo cual
indica que, a estas alturas, y perdón por la expresión, es comida para peces. Si
fuera el presidente del Gobierno y tuviera conciencia, me lo haría mirar. Y si
no la tuviera, más aún.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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