La
izquierda no prima el esfuerzo. Por decir algo, lo que prima es la mediocridad.
Predica la igualdad, pero lo que pretende es igualar por abajo no por arriba.
Es
por esto que cuando algunas regiones de España bajan los impuestos y las
empresas se trasladan a esas regiones, las comunidades socialistas –porque,
curiosamente (nótese la ironía), las que bajan los impuestos son habitualmente
las gobernadas por el PP- no bajan los impuestos, no: lo que hacen es
protestar, hablar de competencia desleal,
y reclamar que se igualen los impuestos. Pero no bajando los suyos al nivel de
los otros, sino subiendo los de los otros al suyo.
Y
ahora que en este Gobierno sin escrúpulos la encargada de Hacienda es una
inútil constatada, quiere controlar los tributos autonómicos a través de la armonización (tiene bemoles que sea la
izquierda la que pretenda limitar la autonomía de las comunidades, cuando es
algo de lo que siempre ha acusado a la derecha; pero ya se sabe, dime de qué
acusas y te diré cuál es tu defecto), se resiste a convocar el Consejo de
Política Fiscal y Financiera y retiene dos mil quinientos millones de euros del
IVA pendientes de liquidación.
Esa
es la idea de la democracia que tiene
este Gobierno.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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