Por tradición y por historia, valga la redundancia, en cada edición de la Copa de Europa (actual Liga de Campeones, aunque participen equipos que hace mucho tiempo que ganaron su último trofeo) es el Real Madrid el rival a batir.
Lo mismo ocurre con Brasil en cada Campeonato
Mundial de Fútbol, o la selección de baloncesto de Estados Unidos en cada
edición de los Juegos Olímpicos (el campeonato del mundo no se lo toman tan en
serio).
Pues algo parecido ocurre con un servidor y
el Trivial Pursuit en las reuniones familiares. Sea solo o en compañía
de otros, el objetivo suele ser que no gane, y para ello vale casi cualquier cosa,
desde desechar preguntas porque son muy fáciles -sostienen que me he estudiado
el juego, pero no es cierto (simplemente, he jugado tantas veces que las
preguntas se me han quedado) porque he ganado también en ediciones más
modernas- hasta, directamente, hacer trampas.
En cualquier caso, como Rafa en Pasapalabra
-se llevó el bote contestando las veinticinco palabras del Rosco de
una tacada-, he conseguido ya marcas insuperables (o casi), como ganar en el
primer turno (es decir, sin fallar una sola respuesta), dar cinco quesitos de
ventaja y empatar, o dar seis y ganar la partida.
Y es que, como suelo decir de mí mismo, soy
un archivo de datos intelectualmente epatantes y pragmáticamente inútiles, es
decir, tengo una cultura amplia y me gusta saber por el puro placer de saber. Quizá
todo arrancara, subconscientemente, de un libro que leí de pequeño sobre la
exploración submarina -no recuerdo la editorial, pero creo que la colección era
Joyas Literarias Juveniles, o algo parecido; mucho texto, con una página
de viñetas cada tres o cuatro-, en el que aparecía una persona que se definía a
sí mismo como erudito. Sin saber entonces el significado exacto del término (instruido en varias ciencias, artes y otras materias, según el
Diccionario de la Real Academia Española de la Lengua), me dije a mí mismo que
quería ser eso de mayor.
Pido perdón a los lectores del blog por el rollo… y por la inmodestia.

 
 
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