martes, 21 de octubre de 2025

Cada vez me cae mejor

Cuando salieron los libros de Harry Potter poco sabía sobre su autora, más allá de que era británica y que había tenido una vida económicamente apurada hasta alcanzar el éxito.

Con el tiempo, J. K. Rowling se ha significado por no guardarse sus opiniones y, sobre todo, por no plegarse a la línea woke tan preponderante en el mundo de la cultura. Ya hace tiempo sostuvo que una mujer es aquel ser humano que pertenece al sexo que produce gametos grandes, con independencia de que esa persona en concreto los produzca o no. Es decir, que una persona que nació varón y transicionó a mujer no es una mujer, es un varón (algo en lo que estoy de acuerdo, dicho sea de paso).

Esas declaraciones le valieron la repulsa del mundo progre en general, y de los tres actores principales (al menos, de Daniel Radcliffe y Emma Watson) de la serie de películas basadas en sus novelas. Pero, con el dinero que tiene, Rowling puede permitirse ese desprecio y más.

Hace un par de semanas metió el pie en otro charco -de nuevo nos encontramos- al afirmar que aquellos que blanquean a Hamas globalizan la intifada. Y es que hay gente que está tan tinta de sangre que no se blanquean ni con cal disuelta en lejía.

¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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