Te pongas como te pongas, el aborto provocado es un crimen, puesto que está acabando con una vida indefensa e inocente. Que en ocasiones sea comprensible y hasta disculpable no quita que sea un asesinato, pues concurren premeditación y alevosía.
La izquierda, que tanto se preocupa por los
animales llamados irracionales, ha hecho siempre bandera del llamado derecho
al aborto. La derecha, cuando ha tenido dos dedos de frente o un poco de
coraje (o ha estado en la oposición), lo ha criticado.
Sea por las razones que sea, la presidente de
la Comunidad de Madrid se opone a la creación en la comunidad de un registro de médicos objetores a practicar abortos, como le obliga una norma estatal inicua.
Ante esto, el desgobierno comunista que tenemos la desgracia de padecer salió en tromba contra la bestia negra del psicópata, y éste proclamó que llegarían hasta
la Constitución y el [Tribunal] Constitucional.
Para lo primero no les dan las cifras, en principio. Para lo segundo, pueden quedarse sin mayoría seguidista antes de que se den cuenta…

 
 
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