El partido de la mano y el capullo proclama de sí mismo que es el único capaz de vertebrar España.
Debe ser que, como con tantos otros vocablos
-de igualdad a honradez, de transparencia a limpieza-, en Ferraz 70 le dan a
ese verbo un sentido diametralmente opuesto al que le otorga el diccionario de
la Real Academia Española de la Lengua.
Veamos. Como primera y única acepción está dar
consistencia y estructura internas, dar organización y cohesión. ¿Hace eso la
formación fundada por Paulino Iglesias? No, nunca lo ha hecho y es dudoso que
nunca lo haga. Es más, su historia se ha basado tradicionalmente en la
división, sembrar cizaña, avivar odios y resquemores, favorecer a quienes ellos
piensen que les pueden a su vez beneficiar y, sobre todo, detentar el poder
tanto tiempo como les sea posible.
Porque es dudoso que formar a todo el personal sanitario para que habla en la lengua regional de cada comunidad autónoma vaya a vertebrar nada… al menos, no más de lo que lo hace el español, única lengua que todos los españoles tienen el deber de conocer y el derecho a utilizar.
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