Cuando el progretariado opina sobre la Iglesia Católica , o la acusa, así en bloque, de crímenes repugnantes, se hace invocación a la sacrosanta libertad de expresión. Pero cuando el Santo Padre opina sobre materia de moral (lo que sólo debería preocupar a los católicos), los cristianófobos exigen (exigen, nada menos; como si tuvieran derecho y autoridad para hacerlo) que la fiscalía esté atenta a las declaraciones del Papa durante la Jornada Mundial de la Juventud . Pues lo siento, chatos, pero el autoproclamado Juez Supremo (Baltasar Gandulón) anda de gira por América (ya que le gusta tanto procesar a dictadores, que aprovehce y empiece con Castro y Chávez… huy, no, perdón, que esos todavía están vivos…).
Por otra parte, a los progres de salón se les llena la boca en las redes sociales criticando el dispendio que supone, en época de crisis, la celebración de la citada Jornada. Les aconsejo que se informen un poco antes de hablar, porque hay datos que sostienen que nova a costarles ni un céntimo a las arcas públicas.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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