viernes, 8 de junio de 2018

A ver si nos aclaramos

Hace apenas diez días –antes de la moción de censura, antes del cambio de gobierno, pero después de la sentencia sobre el caso Gürtel- aparecieron dos encuestas.
En una de ellas, el Partido Popular seguía, a pesar de todo lo que le estaba cayendo, siendo la primera fuerza política. En la otra, los azules eran los cuartos, por detrás de naranjas, rojos y morados.
Las encuestas electorales no sirven para nada. Pasando por alto el cocinado de datos, dependiendo de a quién preguntes los resultados serán unos u otros… siendo los unos completamente dispares de los otros. Si hicieras una encuesta en mi familia inmediata (padres y hermanos), el Partido Popular ganaría por goleada, los socialistas –por no hablar de las demás fuerzas políticas- jamás catarían el poder y a Franco habría poco menos que canonizarlo. Si esa encuesta se hiciera en una parte concreta de mi familia cercana (tíos segundos y su descendencia), serían los de la mano y el capullo los que gobernarían España por los siglos de los siglos y el Generalísimo estaría en el infierno o lugar laico equivalente.
La única encuesta válida realmente, pues, es la que se hace el día de las elecciones depositando la papeleta en la urna. El resto son pamemas.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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