lunes, 11 de junio de 2018

Ya era hora

Combinando los objetivos y las motivaciones, caben cuatro posibilidades: se puede hacer lo correcto por las razones correctas, lo equivocado por razones incorrectas, lo incorrecto por buenas razones y lo correcto por malas razones.
Los dos primeros casos no necesitan de mayor explicación: son lógicos y naturales. El ejemplo paradigmático de la tercera situación sería la política de apaciguamiento seguida en la segunda mitad de la década de los treinta del siglo pasado frente a la Alemania nazi, o en un ámbito más doméstico las sucesivas bajadas de pantalones (léase, negociación) con la banda terrorista de ultraizquierda.
Finalmente, la semana pasada tuvimos una manifestación del cuarto escenario, cuando socialistas, populares y naranjitos aprobaron presentar una moción de censura contra la alcaldesa secesionista de Badalona. Desalojar a delinquidores de las instituciones es siempre lo que se debe hacer, aunque el apoyar ese desalojo sea por motivos espurios… que estoy seguro que concurren en, al menos, una de las formaciones promotoras de la moción.
Y hasta aquí, lectores, llega la lección de Ética de la Historia de hoy.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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