lunes, 25 de febrero de 2019

Quien siembra vientos…

La izquierda –al menos la española- tiene la mala costumbre de arrojar la primera piedra y luego escandalizarse cuando, en retribución, recibe una avalancha.
Ocurrió en los años treinta: durante un lustro, campó a sus anchas quemando iglesias, acosando a la derecha, montando revoluciones cuando perdía las elecciones, montando pucherazos para volver al poder y amenazando de muerte en sede parlamentaria al líder de la oposición. Cuando los corderos se cansaron de ser degollados mansamente y se produjo el Alzamiento Nacional, pasó lo que pasó. Ya hora, ochenta años después, la izquierda (y la derecha acomplejada también) olvida convenientemente que antes del dieciocho de Julio habían ocurrido muchas cosas.
En otro orden de cosas, algo parecido está ocurriendo ahora. zETAp se sacó de la manga la infausta ley de desmemoria histérica y negoció con los terroristas, dctr Snchz anunció su intención de sacar a Franco del Valle de los Caídos y puso el tafanario en pompa para ser enculado por los golpistas catalanes… y luego se hacen de nuevas cuando se profanan las tumbas de Pablo Iglesias (Senior, que el otro sigue vivo) y Dolores Ibárruri, el monumento de los Caídos de la División Azul y el de las Trece Rosas.
El PSOE y PCE culparon a los convocantes de la concentración de Colón. Sólo alguien con muy pocas entendederas, muchísimas tragaderas ideológicas o ambas cosas a la vez puede aceptar semejante afirmación: o estás contra la derecha o estás contra la izquierda, pero no puedes estar contra las dos a la vez. Y ojo, que no defiendo las profanaciones de tumbas, aunque, por razones evidentes, me moleste más el que pinten la tumba de Franco a que destrocen la de La Pasionaria.
Lo único que digo es que, como casi siempre, empezaron ellos. Y que ya sabemos cómo suelen acabar estas cosas.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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