lunes, 18 de febrero de 2019

Sic transit gloria mundi

Las cosas suceden con tal rapidez que en diez días los sucesos que voy a comentar son ya, casi, Historia antigua. Sin embargo, y por su importancia (en mi opinión, que es la última instancia en este blog), voy a mencionarlos.
Todo este asunto parte, creo yo, de que ni la izquierda ni los nacionalistas (decir el frente nacionalsocialista sería un recurso demasiado fácil) parecen haberse percatado de que todo ha cambiado tras el butifarrendum II. Tras esa fecha, bastantes españoles parecen haber perdido el complejo de demostrar que se sienten españoles. Bastantes españoles, también, parecen decididos a no seguir pasando por alto el que los llamados partidos nacionales sigan transigiendo con los regionalistas.
Pero socialistas y nacionalistas siguen actuando como si nada. Eso, unido a que la categoría moral e intelectual de los líderes respectivos es menos que ínfima –haciendo que sus predecesores, igualmente miserables, adquieran, por comparación, la talla de Pericles o Cicerón. Sólo así se explica que el gobierno aceptara incorporar a las negociaciones con los golpistas la presencia de un relator, figura que sólo cabe en conflictos de índole muy distinta al que nos ocupa. Para hacer tragar esa píldora a la opinión pública, aunque el talante de la misma no fuera la que señalo en el párrafo anterior, haría falta alguien con muchas más dotes oratorias que la egabrense que, según propia confesión, acostumbraba a hablar (telefónicamente) por las mañanas en bragas con los alcaldes (ha sido difícil construir esta frase, porque pensad cómo sonaría hablar por las mañanas con los alcaldes en bragas).
Naturalmente, los contrarios aprovecharon la coyuntura y pusieron a Sin vocales a caer de un burro. Casado, que parece haber recuperado el talante opositor del PP (siembre ha funcionado mejor el partido de la gaviota cuando actúa a la contra), señaló que la concesión gubernamental equivalía a una traición a España.
Pero no sólo los ajenos, también los propios. El hermano de miemmano, que no ha perdido el colmillo retorcido, también le puso de chupa de dómine. Y hasta alguien tan acostumbrado a lengüetear tafanarios ajenos si éstos son progresistas como Ñoñilondo calificó al dctr Snchz de boxeador sonado.
¿Y todo, para qué? Para nada. Este balón de oxígeno a los golpistas –que falta les hace, puesto que aplazaron (sine die, creo yo) la huelga general contra el juicio a los golpistas por temor a otro pinchazo (y van…)- fue inútil. Presentaron una enmienda a la totalidad al proyecto de presupuestos generales del Estado, anunciaron que la mantendrían…
…y, por una vez, mantuvieron su palabra.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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