jueves, 13 de febrero de 2020

Así nos va

Lo que voy a decir no es un pensamiento xenófobo, al igual que si dijera que respeto a los británicos por seguir la máxima de con razón o sin razón, mi país es lo primero no sería una muestra de anglofilia, sino simplemente la expresión de una opinión.
Y lo que voy a decir es que los moros, en general, han sido unos aprovechados con respecto a España. Lo fueron en 711 (aunque en aquella invasión diría que, más que moros, los que venían eran los árabes), y lo fueron cuando usurparon una de las provincias españolas. No por falta de ganas moras de apropiarse de lo que nunca fue suya es que conservamos las dos ciudades del Norte de África y el archipiélago en el Atlántico.
Sin embargo, el moro gurrumino –como no recuerdo qué periodista llamaba al difunto padre del actual tirano marroquí- hizo todo lo posible por fastidiar los intereses españoles. Su hijo también lo intentó, pero como hacen siempre los moros cuando se les planta cara, salieron por piernas. Sí, Perejil no es más que un islote, pero es nuestro.
Hace tres semanas, Marruecos –es decir, el comendador de los creyentes, porque en ese país se hace lo que su rellenita majestad ordena, y punto- aprobó dos nuevas leyes marítimas por las que declaraba como marroquíes aguas territoriales canarias (y, por lo tanto, españolas). La razón de tal apropiación no era que le apeteciera tener más lugares en los que bañarse, sino que bajo esas aguas se habían descubierto jugosos yacimientos minerales.
Los canarios protestaron. Pierre Nodoyuna, mientras tanto, a lo suyo.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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