sábado, 22 de febrero de 2020

Pegarse un tiro en el pie

El PSOE –la izquierda en general, pero en los últimos tres cuartos de siglo la única izquierda que ha gobernado España ha sido el PSOE- nunca ha tenido el menor escrúpulo en patrimonializar el aparato del Estado, es decir, en usar los bienes y medios públicos en su propio y partidista interés.
Sin embargo, las cotas de desfachatez del PSOE actual superan por mucho los ya elevados niveles acreditados a lo largo de su más que centenaria historia. De los aviones oficiales usados para viajes privados, hasta el colocar en puestos ministeriales a las parejas sentimentales de altas autoridades del Estado, pasando por convertir el CIS es un órgano de propaganda del Gobierno o nombrar como Fiscal General del Estado a una ministro de Justicia tres veces reprobada por las Cortes, nada está, o parece estar, de la falta absoluta de moral y disimulo de la que hacen gala.
Todo lo anterior viene a ser –bueno, de hecho, es- la introducción – comentario a la noticia de que el Gobierno quiere eliminar el plazo máximo de las investigaciones judiciales para desgastar al PP, ya que la derogación del artículo 324 de la Ley de Enjuiciameinto Criminal afectaría a la investigación de Púnica, que finaliza en Junio.
Lo que pasa es que los suciolistos, además de malos, son también bastante torpes –la eterna duda de si son más malos que tontos o más tontos que malos-, porque esa modificación legal afectaría también al caso de los ERE del PSOE. Que, aunque los medios afines a los de la mano y el capullo –es decir, prácticamente todos- se encarguen de silenciarlo, es algo mucho más grave, no sólo que la trama Púnica, sino que todos los casos de corrupción del PP y de los demás partidos españoles, nacionalistas incluidos.
Menos mal que, como dice el ministro de Consumo, una persona de izquierdas es genéticamente incapaz de cometer un delito. Porque si fueran capaces…
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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