domingo, 2 de febrero de 2020

Y una cosa más...

Tras acabar de leer la sexta y -de momento- última parte de la trilogía de la Guía del autoestopista galáctico, mi impresión general es que Eoin Colfer quizá no tenga la chispa de genialidad de Douglas Adams pero tiene, indudablemente, más oficio literario.
Me explico. Conforme avanzaba la saga, me daba la impresión de que Adams, además de encontrarse en una especie de huida hacia adelante en busca de una locura aún mayor que narrar, no hacía más que yuxtaponer escenas. Si fuera una película, ésta no tendría un hilo argumental, sino que sería una sucesión de sketches.
Colfer, en cambio, nos narra una historia con planteamiento, nudo y desenlace (desenlace abierto, como corresponde a la saga, de modo que cabría pensar en un hipotético séptimo volumen). En cierto modo, logra atar (casi) todos los cabos que Adams fue dejando sueltos en los cinco volúmenes precedentes, al tiempo que dota de un cierto trasfondo a los personajes, que hacen algo más que, simplemente, estar ahí.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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