miércoles, 19 de febrero de 2020

Predicar con el ejemplo… contrario

A los seres humanos en general, a los políticos en particular y a los de izquierdas en concreto (no hablemos ya si son españoles) se les podría aplicar perfectamente aquello de haz lo que digo, no lo que hago.
Porque la izquierda está en contra de la casta… hasta que se convierte en parte de ella. Está en contra de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado… hasta que son ellos los protegidos. Están a favor del acoso de las turbas a los políticos (lo que denominan escraches)… hasta que son ellos los acosados. Están en contra de las designaciones para cargos de confianza (o de no confianza) a parejas, familiares, conocidos, amigos y hasta exparejas… hasta que son ellos los colocantes o los colocados. Están a favor del funcionamiento democrático de los partidos políticos… hasta que son ellos los instalados en el machito. Están en contra de los coches oficiales y a favor de usar el transporte público… hasta que ocupan un cargo y tienen derecho a tales gabelas. Están en contra del machismo... salvo cuando es ejercido contra mujeres de derechas porque, al fin y al cabo, se lo merecen. Están en contra de los casos de violencia doméstica (lo que ellos llaman de género)... salvo que el acusado, juzgado y condenado sea de su partido. Están en contra de los casos de pederastia si los presuntos pederastas son de derechas (no hablemos ya si pertenecen al clero católico)… pero callan como putas si se producen casos de explotación sexual de menores en centros de acogida gestionados por gente de su cuerda.
Y si se les echa en cara alguna de estas incoherencias, te llaman fascista. Pues a mucha honra, rojos de m...
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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