Cuando irrumpió en la escena política,
el auge del partido de Junior y sus
muchachos parecía imparable, y sus expectativas, ilimitadas. Sin embargo, una
cosa es predicar y otra dar trigo.
Y cuando hay que bajar a la arena
política, cuando hay que dejar el mundo de las ideas y ponerse a funcionar en
el de las realidades, las cosas cambian. Por ejemplo, el asunto del dinero:
pensaban financiar su próxima campaña a través del procedimiento llamado crowfunding, tan de moda, tan guay, tan
moderno… pero las cosas no les han salido como esperaban (ya se sabe, la pela es la pela), y ahora cambian de
estrategia y recurren a los microcréditos (naturalmente, a interés cero… no les
auguro mucho éxito), a reembolsar con las subvenciones postelectorales (es
decir, critican al sistema… hasta que empiezan a vivir del mismo). También está
el caso de las primarias en Andalucía, en las que ha votado apenas el diez por ciento de los afiliados.
Al lado de esto, cualquier cosa
relacionada con el sedicente referendo sedicioso de la esquinita de España
parece una ebullición de participación democrática…
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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