Está visto que los políticos son
incapaces de pasar a la reserva. Pase
lo que pase, hayan triunfado o hayan fracasado, sienten la tentación
irresistible de dar la nota y acaparar titulares aunque ya no estén en activo.
Un ejemplo lo tenemos en Juan José
Ibarreche. A propósito de lo cual, nunca entendí por qué sus nombres de pila se
han dicho siempre en español, mientras que los de su tocayo vicevérsico, José Juan Imaz, se han
dicho siempre en vascuence. A lo mejor es que Yonyosu suena mucho peor que Yosuyón,
o que la primera palabra es alguna especie de taco en ese idioma tan pujante,
creador de palabros como aeroportúa.
A lo que iba. El expresidente del
consejo de gobierno de la comunidad autónoma vasca estaba felizmente
desaparecido. Ahora, el clon vasco del señor Spock va y dice que la independencia de Vascongadas se producirá en 2.030. La verdad, no sé si sus
correligionarios, y menos aún los chicos
de las bombas, estarán dispuestos a esperar tanto tiempo.
Por otra parte, es como (creo) los
testigos de Jehová, que han predicho el fin del mundo… varias veces, puesto que
de momento la Tierra no tiene trazas de irse al garete.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario