Cuando mi madre me preguntaba que por
qué, siendo uno de los países grandes de
la Unión Europea por extensión, población y economía, pintábamos tan poco, yo
le respondía que era porque, habiendo entrado lamiendo culos, resultaba
bastante difícil ponerse de pie.
Algo parecido está ocurriendo con el
PSOE y su estrategia suicida de echarse en brazos de los neocom (el abrazo del oso, parece esto). Si el líder del tercer
grupo (o el segundo por la cola) del ayuntamiento de Madrid, en un alarde de
dignidad ofendida, dice que Junior se
levanta comunista y se acuesta dando su apoyo a Cascos, en seguida salta de
coleta para poner los puntos sobre las íes: el PSOE apoyará a Carmena por la cuenta que le tiene.
Como siempre, las afirmaciones del neocom son ciertas sólo parcialmente (y
ya es un avance, suelen ser falsas en su totalidad, además de insoportablemente
pomposas). Es cierto que el apoyar a la segunda fuerza más votada les da una
ligera oportunidad de pillar cacho en la tarta del poder (aunque ya sabemos que
los comunistas, los nuevos y los de siempre, buenos son a la hora de agarrar el
poder y no soltarlo)… pero también es cierto que esa alianza tiene los visos de
llevar al PSOE al vertedero de la Historia, que es donde siempre ha debido
estar.
Lo malo es que nos arriesgamos es que
arrastre a España con él.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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