Tanto en la izquierda moderada como en
la extrema izquierda han surgido sendos partidos que, por resumir, venían a
protestar contra el estado de cosas de la política y proclamaban su deseo de
acabar con lo que los neocom llamaban
la casta y sus privilegios.
Sin embargo, recién llegados a los
cargos parece que han aprendido rápidamente los modos y maneras de aquellos a
los que criticaban, y cuesta diferenciarlos de los que llevan décadas
instalados en las poltronas públicas.
Así, mientras que la portavoz de la
izqierda moderada en el Ayuntamiento de Madrid se quejaba (o eso decían los
titulares) de tener pocos asesores (diez) para su grupo (que contándola a ella
tiene siete concejales), el autoritario mandatodo
de la izquierda radical tuvo el cuajo de pedirle a Iberia que retrasara un vuelo a todos los pasajeros para no tener que esperar él al siguiente.
Con razón dice el refrán que más vale
lo viejo conocido que lo nuevo por conocer…
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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