Carmenadas

Hace cosa de doce años, cuando el infausto zETAp ascendió a la presidencia del Gobierno de España, comenté en las presentaciones de Power Point que son el antecedente directo de este blog que me encantaría ser portugués, porque me pasaría cuatro años riéndome a mandíbula batiente de las desgracias de los vecinos de al lado.

Como es público y notorio, acerté de pleno en las desgracias que acaecieron a la pobre España, aunque lejos estaba de sospechar que las que cayeron sobre el país luso correrían parejas a las nuestras.

Mutatis mutandis, casi podría pensar lo mismo ahora de la Villa y Corte. Preside el consistorio municipal una sectaria tan inútil, o una inútil tan sectaria, como el castellano de las cejas circunflejas. Lamentablemente, no parece haber en su equipo de gobierno nadie que le llegue siguiera a la suela de los zapatos a las escasas figuras salvables (por su inteligencia o por su voluntad de trabajo) que tenía el primer consejo de ministros del Zapaterato.

Tal es la inutilidad y tal el sectarismo, o viceversa, que la Plataforma de Afectados por las Hipotecas (cuyos intereses decía defender la antigua juez, aunque durante su mandato como decana de Madrid las tasas de desahucio se elevaran como pocas veces antes) se plantea llevarla ante la Defensora del Pueblo después de la no respuesta del Ayuntamiento a la solicitud de acceso al expediente administrativo de la creación y concesión de la gestión de Oficina de Intermediación Hipotecaria.

Mientras, doña Rojelia, en una medida que corre pareja con la de los ceniceros portátiles y la limpieza de los colegios por las madres de los alumnos, ha lanzado la idea de perdonar las multas por no recoger las mierdas de perro a cambio de realizar trabajos de limpieza el fin de semana, y el escracheador escracheado, supongo que en línea con su compañera de consistorio, se reafirma en llamar fascistas a los policías que le increparon.

Será que sus manifestaciones también son inrectificables.

¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!