jueves, 12 de mayo de 2016

Rectifica, que algo queda

Sé que me repito, pero es el inconveniente de escribir tanto. Ya he mencionado más de una vez aquel dicho de (creo) Manuel Fraga Iribarne que dice que un socialista (y, por extensión, añado yo, uno de izquierdas) sólo acierta cuando rectifica.
La frase puede ser apócrifa, pero responde a una realidad palpable. Los políticos de izquierdas están tan apegados a sus dogmas y teorías (tanto más cuanto más a la izquierda se encuentran), y éstas están tan distanciadas de la realidad, que forzosamente están abocados al fracaso (o a la más negra de las miserias) cuando se confrontan con el mundo en que vivimos, nos movemos y existimos (perdón por la cita eclesiástica), por lo que la única manera que tienen de acertar es abjurar de sus postulados, siquiera transitoriamente, y rectificar.
Que es lo que parece que va a hacer doña Rojelia, ya que a finales del mes pasado cundió la especie de que podría volver a contratar a las agencias de calificación a las que despidió con la peregrina justificación de que, al no tener pensado emitir deuda, era innecesaria la susodicha calificación, obviando el hecho de que la calificación no sólo es aplicable a las emisiones de deuda, sino a muchos otros aspectos de la vida económica en la que se mueve una ciudad de la envergadura de la capital de España.
Sí, aunque esté dirigida por esa panda de destripaterrones iletrados. Con mis disculpas para los destripaterrones y los iletrados, claro está.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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