Viniendo
de donde viene, no es de extrañar que el equipo de (des) gobierno del ayuntamiento
de la Villa y Corte sienta algo más que simpatía por los que ocupan edificios,
y que en la situación de que las fuerzas del orden les desalojen (a los que
ocupan, no a los del ayuntamiento, aunque a éstos buena falta hace) sus
simpatías estén con los delincuentes y no con la policía.
Así ha
ocurrido en el caso de La morada (que
no sé dónde cae ni me importa lo más mínimo, pero ya es casualidad el
nombrecito), en el que los neocom se
han manifestado contra la represiva actuación policial. No sé cuántos porrazos habrán dado los policías, si es
que han dado alguno; pero sean los que sean, me parecen pocos.
Al menos,
el asunto del acceso de los ocupas (me niego a escribirlo con ka) a pisos
públicos divide a los neocom y disgusta al PSOE. Con un poco de suerte (no caerá esa breva), Carmona dejará de
apoyar a Carmena y doña Rojelia se
irá a seguir defraudando al fisco junto con su marido, algo por lo que parece
que no siente ningún remordimiento.
En realidad,
no sé si el cabeza de lista en las últimas elecciones municipales es quien encabeza el grupo municipal socialista, pero la casi
homofonía de los apellidos era demasiado buena como para dejar pasar la ocasión
de hacer el chascarrillo…
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario