Los neocom llegaron al poder municipal
–afortunadamente, no al autonómico, o al menos no presidiéndolo- pregonando que
se preocuparían de los verdaderos intereses y necesidades de la gente. Venían a decir que ellos
gastarían el dinero público (que, a diferencia de lo que dijo la egabrense, no
es que no sea de nadie, es que es de todos) en cosas que de verdad importan y
sean beneficiosas para los gobernados.
Por
ello, resulta un poco contradictorio que una de las medidas con carga económica
efectiva (es decir, con aumento del gasto, en lugar de disminución de los
ingresos, que de esas ya hemos tenido unas cuantas en sólo un año) fuera que el
ayuntamiento de Madrid aportara un millón de euros para la celebración de un
festival de cine hindú (del llamado Bollywood).
Un millón
de euros por adjudicación directa, según los neocom. Pero, de acuerdo con la oposición, si se tienen en cuenta
las demás ayudas, subvenciones y contribuciones que va a sufragar el
Ayuntamiento de la Villa y Corte, la cantidad resulta que se septuplica, hasta
superar los mil millones de las antiguas pesetas, que se dice pronto (y que,
además, suena mucho más gordo).
¿De
nadie? ¿De todos? Lo que es seguro es que, de ellos, no.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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