La
desfachatez de la izquierda española es tanto más enorme cuanto más extrema es
su ideología. Los neocom no sólo son
capaces de negar la realidad, sino que además ofrecerán las justificaciones más
peregrinas para intentar apuntalar sus afirmaciones (sí, ya sé, afirmaciones y negar suponen una contradictio
in terminis), sin darse cuenta de que, más que sostenerlas, lo que hacen es
darle la puntilla.
Tomemos,
por ejemplo, el caso de Venezuela. Según Errejón, en Venezuela hay colas porque
hay más dinero disponible y la gente puede consumir más (también dice que lo de hacer colas es algo muy
venezolano y que todo se engloba dentro de un contexto de guerra económica,
pero hay que reconocer que la primera justificación gana de largo en cuanto a
surrealismo).
Por
su parte, José María González, alias Kichi,
alcalde de Cádiz, afirma con desparpajo que Venezuela está mejor que hace
veinte años, y que eso es algo impepinable e incuestionable. Cuando se le dice que la sanidad de la república
bolivariana está al borde del colapso, se despacha diciendo que Como la sanidad andaluza; también está al
borde del colapso. Aquí en Cádiz tenemos cierres de camas, de plantas enteras,
gente en urgencias que espera en los pasillos... Y hay limpiadoras de hospital
que trabajan en condiciones de semiesclavitud. Puede que no se haya dado
cuenta -quizá es que le duran los efectos de los cigarros aliñados (sic) que se fumó en la Universidad- de que en Andalucía
lleva más tiempo mandando la izquierda que lo que Franco mandó en España.
Así las
cosas, no es de extrañar que el coletudo jefe de estos dos elementos esté hasta las narices de que le pregunten por Venezuela. Eso me hace
pensar… ¿cómo era aquella expresión? Ah, sí… que se joda.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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