Inicialmente no tenía pensado empezar así esta entrada, pero quizá no sea tan malo, después de todo, que proyectos como el de Eurovegas o el del Edificio España no acaben saliendo adelante. Al fin y al cabo, detrás de ellos parecen estar empresarios sin escrúpulos que lo único que buscan es enriquecerse (qué malos, ¿verdad?) torciendo a su favor la legislación española.
Esa es, indudablemente, una manera de ver las cosas. Otra sería que la izquierda española está tan cegada por sus prejuicios ideológicos sectarios que es incapaz de ver una oportunidad ni cuando la tienen delante, y que tensa tanto la cuerda que los posibles inversores acaban cansándose de ella y mandándola a tomar viento por donde amargan los pepinos.
Por una vez, no sé a qué carta quedarme, la verdad…
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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