Estados
Unidos tiene, sobre el papel, una política muy clara en relación con los terroristas: nunca se negocia
con ellos. El Reino Unido, al menos en los tiempos de Margaret Thatcher, tenía
otra igualmente clara: disparar primero, preguntar después.
España,
un país más antiguo que los dos anteriores, sigue la política contraria: se
dialoga con los terroristas, se negocia con ellos, se les da vela en asambleas
parlamentarias, se les permite crear partidos políticos… y se pagan los
rescates que solicitan. No hay más que ver en cual de los tres países citados
el terrorismo es todavía un problema.
Aunque
de momento no mate.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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