El
ayuntamiento de la Ciudad Condal ha encargado un barómetro (demoscópico, no
atmosférico) para sondear la intención de voto de sus gobernados. Nada
sorprendentemente –como dijo Du Guesclin, ni
quito ni pongo rey, pero ayudo a quien me paga-, la encuesta ha
pronosticado que volvería a ganar la bruja
Piruja, lo que podría indicar, o que lo está haciendo muy bien, o que una
mayoría de barceloneses se ha vuelto alternativamente loca o idiota completa.
Francamente,
me inclino por lo segundo.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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