miércoles, 14 de diciembre de 2016

Abrió la boca y despejó la duda (si es que quedaba alguna)

La universidad española actual da la impresión de ser, básicamente, una fábrica de burros con título. Lo cual no es de extrañar teniendo en cuenta la catadura intelectual que forma a esa recua de pollinos.
Tomemos, por ejemplo, al secretario general de los neocom, ese al que suelo referirme en este blog por el apelativo de Junior. Según Wikipedia, este sujeto es licenciado en Derecho y doctor en Ciencias Políticas. Bueno, pues a pesar de eso manifiesta una ignorancia palmaria tanto del principio de la división de poderes como del ordenamiento jurídico español vigente. Según el de la coleta, si aunque no incumpla la ley, el Gobierno desoye al Parlamento se está cuestionando el espíritu de la Constitución y de la separación de poderes.
A este gaznápiro habría que explicarle que en un sistema en el que rige la división de poderes, el papel del parlamento es, por un lado, aprobar las leyes y, por otro, controlar al ejecutivo, pero no decirle lo que tiene que hacer. Salvo que este ígnaro entienda la división de poderes en el sentido que lo hacen todos los autócratas que en el mundo han sido: legislativo, ejecutivo y judicial son independientes unos de otros… y los tres hacen lo que mando yo.
Ante semejante muestra de inepcia, no es de extrañar que desde el grupo parlamentario más numeroso en el Congreso tengan que echar una manita a estos descerebrados para que el Gobierno vete menos iniciativas de su grupo, o que el subvencionado por el gorila rojo y los ayatolás de Irán no asistiera a los actos del día de la Constitución.
Sería para no volver a quedar en evidencia, digo yo…
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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