Izquierdas
y economía son conceptos contrapuestos (por más que algunos comunistas de
postín hayan obtenido una licenciatura en económicas). La izquierda no crea
riqueza, se limita a decir que la reparte cuando lo que hace es destruirla.
Tomemos
como ejemplo el Ayuntamiento de Madrid. El concejal de Hacienda ha elevado a
nuevas cotas la desfachatez de la víbora con cataratas, autor de la famosa
afirmación de que las promesas electorales están para no cumplirlas. Esa prueba
viviente, al menos por su aspecto físico, de que el hombre desciende del simio,
ha declarado sin el menor empacho que no se podrán ejecutar el cuarenta por ciento de las inversiones anunciadas (eso, suponiendo que logren aprobar los
presupuestos, cosa que de momento no está del todo clara).
Mientras,
su jefa, doña Rojelia, antes de
prohibir circular a la mitad de los coches cada día por la alta contaminación,
se descolgó con la propuesta de transporte gratis en caso de alta contaminación…
y que pagara el Gobierno.
Carmen
Calvo, tienes una admiradora. Otra que piensa que el dinero público no es de
nadie.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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