Aunque
en general lo articulo en plan se va a
pegar una hostia de proporciones bíblicas, soy de los que piensa desde el
principio –y con eso no me refiero a su llegada al fútbol inglés, ni siquiera a
su marcha del Barcelona- que Guardiola es, como mucho, un entrenador mediocre.
En
el Barcelona tuvo la suerte de disponer de una plantilla en su plenitud y de un
jugador capaz por sí solo, por mucho que me duela reconocerlo, de ganar
partidos. Pero cuando se trató de hacer fichajes fracasó miserablemente una vez
tras otra.
En el
Bayern de Múnich llegó a un equipo cuya dominación en los campeonatos de su
país es superior a la del Madrid y el Barcelona… juntos. Además, sustituyó a un
entrenador que acababa de ganar el triplete. En los tres años que ha estado
allí ha arrasado en la Bundesliga, pero se ha estrellado una y otra vez en la
competición europea (siendo eliminado, además, siempre por equipos españoles,
creo).
Este
año ha aterrizado en el Manchester City, un equipo que quizá tenga cantera,
pero que es conocido sobre todo por tirar de talonario para confeccionar su
plantilla. Y no es que esté arrasando precisamente, ni en la Premier ni en
Europa. Ya, hasta los propios británicos lo dicen: según un tal Collymore,
Guardiola volverá con el rabo entre las piernas.
No voy
a decir que lo dije. Ya lo hice al comienzo de esta entrada.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario