No
he leído nada escrito por Nieves Herrero. Por lo que la he visto como locutora,
me parece alguien algo cursi, bastante pagada de sí misma y, si recuerdo bien
que fuera ella la que hizo el vomitivo reportaje cuando el asesinato de las
niñas de Alcasser, profesionalmente repugnate.
Esta
periodista ha escrito una novela sobre las relaciones entre Serrano Súñer y la
marquesa de Llanzol, novela que ha sido llevada a la pantalla con bastante poco
acierto en la elección del reparto: no sé si el cuñadísmo era alto o bajo, pero
en todas las fotos de la época aparece con el pelo claro (¿rubio, cano?), y con
unos ojos azul acero que heredaría su hija; poner a Rubén Cortada a interpretarle
es como poner a un cura dos pistolas.
En
un instituto de Cataluña han iniciado una recogida de firmas en Internet pidiendo
la retirada de la serie por ser un ataque a los principios democráticos y
retratar el franquismo sin mencionar los crímenes
contra la humanidad que cometió el régimen, lo que supone una ofensa a
todos los antifascistas que sacrificaron su juventud (la frasecita no es mía,
es de la promotora) en lucha contra el fascismo. Por esa regla de tres debería prohibirse, por ejemplo, la
película Libertarias, que glorifica a
las milicianas anarquistas pero no menciona Paracuellos, las checas, Andrés Nin
o el robo del Banco de España.
Por
otra parte, la actriz principal de la serie tampoco es que tenga demasiadas
luces, ya que ha tildado de populistas
a los que han criticado la serie por no ser respetuosa con la democracia. Mira,
Blanca, guapa, te lo voy a decir claro para que lo entiendas: no son
populistas, son tontos del culo. Y punto.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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