La doctrina Mafalda ha demostrado ser una piedra de toque infalible. Tampoco es que
haya que ser una luminaria para deducirla: si alguien de quien estás en contra
piensa que determinada circunstancia es buena, a ti te parecerá mala; y si
piensa que es mala, tú creerás que es buena. Elemental.
Por ello, cuando leí que, tras las
elecciones autonómicas el candidato socialista en Madrid, Ángel Gabilondo, se
había reunido con Ciudadanos y que su comentario había sido todo va mal no me puse a pensar si la
declaración había sido hecha con esa doblez tan propia de los políticos o si
decía lo que pensaba. No, me limité a reaccionar con las tripas, por así decirlo, y aplicar la citada doctrina: si a
los suciolistos les parece que todo
va mal, es que todo va a las mil maravillas.
Y, de momento, así siguen las cosas…
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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