Alguno –no diré muchos, no diré bastantes-
consideramos al PSOE lo peor de lo peor: un partido asqueroso, enemigo de
España, lleno de gente repugnante. Ojo, que no digo que entre sus dirigentes,
militantes y simpatizantes no puede haber personas decentes… pero en general,
así considerado en bloque, produce bastante repelús. Sí, incluso más que los
comunistas, porque estos ya sabemos lo que son y a lo que aspiran:
totalitarios, incultos, rapaces, asesinos llegado el caso… pero no disimulan,
tienen menos hipocresía.
Los suciolistos,
en cambio, van de demócratas, de trabajar
por España, de preocuparse por los españoles… ¡ja! Y un cojón de Buda, que
decíamos cuando éramos pequeños.
Los asesinos etarras (comunistas ellos)
son bestias con forma humana, pero no son hipócritas: querían instaurar una
república comunista en las Vascongadas, estaban dispuestos a lo que hiciera
falta para conseguirlo y no se arrepienten una miaja de sus atrocidades. Les ha
ido bien, así que ¿para qué? Se les podrá, por lo tanto, llamar muchas cosas,
pero nunca mentirosos.
Por ello, cuando uno lee que las actas
de la negociación del gobierno de zETAp con ETA confirman que el PSOE ofreció cesiones políticas a los terroristas, o que Rodríguez quería bajar la presión de los franceses para
evitar que la Policía conociese la negociación con ETA, o que se disculparon
por decir Euscadi en lugar de Euscalerría, o que propuso a ETA expulsar a los militares del País Vasco (un emisario del circunflejo aseguró a
ETA que la desmilitarización es un tema
de la fase 3), o que sabían que ETA fabricaba explosivos tres meses antes
del atentado de la T-4 y a pesar de ello siguieron negociando… bueno, a uno se le revuelven las tripas, por muy
acorazadas que las tenga.
Y esto no es cosa del pasado, no señor.
Porque hace días (no años, ni meses, ni semanas: días) algunos en la franquicia
navarra de los de la mano y el capullo se planteaban recurrir al nacionalismo vasco (los que recogían las nueces mientras los asesinos sacudían el árbol, ¿os
acordáis?) para poder gobernar… algo para lo que además sería imprescindible,
al menos, la abstención de la marca política de los asesinos.
Que el Gobierno de Rajoy,
aparentemente, hiciera seguidismo de estos acuerdos es otro asunto: hoy se
trata de sacudir al dctr Snchz y a
todos sus predecesores, remontándonos hasta el fundador: ese que dijo que
cuando el ajustarse a la legalidad no les sirviera para alcanzar sus fines, se
la saltarían.
De aquellos polvos vienen estos lodos. Y
algunos todavía les votan…
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario