Si ayer criticaba a los neocom por su incoherencia vital (haced lo que digo, y no lo que hago,
debería ser su mantra electoral), hoy toca dar una colleja a sus vecinos
ideológicos, los suciotontos.
Porque en el lapso de tiempo que medió
entre el triunfo de la moción de censura de los enemigos de España y la
convocatoria de nuevas elecciones generales, el dctr Snchz se sacó de la chistera un montón de medidas
presuntamente ecologetas. Para empezar,
creó un ministerio de transición
ecológica… aunque, como no me canso de decir, sin especificar de transición
hacia qué.
Tras eso, prometió que en un par de
décadas España sería el país más verde del mundo, o casi (no, es dudoso que con
ello implicara que los resultados electorales de Vox serían abrumadores), todo
lleno de energías renovables y coches eléctricos… aunque, nuevamente, sin decir
de dónde iba a sacar la gente el dinero para comprarlos, o dónde los recargaría
(porque con el cargador del móvil me parece que no van).
Y, al hilo de todo esto, desató una
cruzada contra el diésel, poco menos que demonizándolo. Recientemente se ha
sabido que ninguno de los políticos de primera línea tiene un coche eléctrico
(con lo cool que es eso) y que,
además, la ministro de transición hacia la nada tiene dos coches altamente contaminantes.
Eric Blair, tu mensaje sigue vivo…
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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