La
última santa laica del progresismo internacional es una adolescente
escandinava, de nombre Greta Thunberg, que como todos los individuos de
mentalidad infantil pretende dar soluciones simples a problemas complicados.
Eso, suponiendo que el problema existe y que tiene solución, que tanto una cosa
como otra es mucho suponer.
Esta
chica –que, por lo visto, parece que tiene lo que se llama transtorno del
espectro cognitivo, o algo así: síndrome de Asperger, vamos- va soltando ocurrencias
que son acogidas entusiásticamente por los ecologetas
pero que, como ya he comentado alguna otra vez, son inviables económicamente.
La última ocurrencia es que la niña viajará en barco de vela entre Europa y
América (por aquello de no contaminar, supongo). Una idea encomiable, dejando
aparte el problema que supone la climatología en esa zona del planeta…
…si
no fuera porque el barquito, que cuestra tres millones de euros, está
patrocinado por BMW y por un banco suizo. Y lo seguirá estando, aunque quiten
los logos.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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