La
llamada nueva política consiste,
simplemente, en hacer lo mismo que la vieja política, pero más de cara a la
galería (todavía). Esto vale tanto para la derecha (los gestos de los pomelos están todos calculados, aunque
luego el tiro pueda salirles por la culata) como para la izquierda.
Los
neocom, en concreto, hacen de todos
sus actos un puro espectáculo. Da lo mismo que se embaracen, que tomen un
permiso de paternidad, que acaben ese permiso de paternidad o que les salga un
uñero, el caso es estar en el candelabro, que decía aquélla.
La
última del chepas y su calientacamas
ha sido anunciar el nacimiento de su tercer hijo, una niña a la que han decidido llamar Aitana en homenaje al exilio
español. Ya puestos, podrían haberla llamado Paracuellos, en recuerdo de una de las gestas de los de su cuerda.
Por
dar ideas, digo.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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