En
las últimas elecciones celebradas en Navarra –nacionales, regionales y
municipales-, Ciudadanos y Partido Popular/Unión del Pueblo Navarro concurrieron
en candidaturas conjuntas bajo la denominación de Navarra Suma.
Haciendo
bueno el refrán de que la unión hace la fuerza, los resultados fueron, podría
decirse, excelentes dadas las circunstancias, nada favorables. Inferiores a la
suma de los obtenidos por separado hace cuatro años, sí, pero es que entonces
el PSOE y Sin vocales iban camino del
centro de la Tierra en su despeñamiento electoral. Desgraciadamente, ha vuelto,
y ahora la que parece precipitarse en el averno es toda España.
Dado
el éxito obtenido, algunas voces se han alzado pidiendo que el ejemplo (que
ojalá fuese el primer paso hacia la cada vez más necesaria reunificación del
centro y la derecha españoles) se extienda a otras regiones españolas en las
que España corra peligro. Cataluña, sin ir más lejos (porque si vas más lejos
te caes al mar o entras en Francia, je je). La cabeza de lista del partido pomelo en la región, una tal Lorena
Roldán, ha señalado que no tienen la intención de exportar Navarra Suma a Cataluña
porque, dice, las condiciones de Navarra son especiales.
Quizá porque, y eso no lo dice, en Navarra la unión les acerca a la mayoría absoluta
y ellos son la parte más débil, mientras que en Cataluña es el PP el residual.
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