sábado, 31 de agosto de 2019

O todos o ninguno

Si ayer hablaba de la división en la izquierda española –algo objetivamente bueno-, hoy toca hablar de algo objetivamente mejor: la división entre los golpistas catalanes.
Resulta que el obeso bleferóptico aboga por unas elecciones tras la sentencia por el golpe de Estado –de lo que cabe deducir que asume que será condenatoria para él-, y ha cargado contra Cocomocho y la sediciosa asamblea nacional catalana.
La postura de Junqueras resulta lógica: mientras que el del corte de pelo inefable se encuentra cómodamente exiliado en Waterloo –pero cada vez más corto de fondos-, y los de la asamblea campan por ahí soltando sus soflamas separatistas, él se encuentra entre rejas: es decir, de los tres el único que está pagando por lo que hicieron es él.
Es lógico que, por un principio de solidadidad, pretenda que los demás compartan su situación.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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