Francamente,
no recuerdo si los delitos de traición, sedición y rebelión contienen la
premeditación como elemento concomitante del tipo penal o bien tal
circunstancia opera como agravante. Probablemente sea lo primero porque, la
verdad, no creo que a nadie, de repente, le dé por montar un golpe de Estado
así, sobre la marcha y de buenas a primeras.
A
lo que iba. En todo el proceso secesionista, nadie se ha podido hacer de
nuevas: llevan dando la matraca con el tema década y media, que se dice pronto.
Y mientras, en Madrid, sea de derechas o de izquierdas el gobierno, haciéndose
los suecos en el mejor de los casos (en el menos malo, habría que decir), y
compadreando con trapicheos en el peor.
Y
como los secesionistas son pertinaces (tesoneros,
que diría una amiga mía), ahora que se aproxima la fecha en que se emitirá la
sentencia del proceso al proceso, amagan con seguir con lo mismo. Sí, digo amagan porque los secesionistas
catalanes, sobre soberbios, son profundamente cobardes (como cualquier
fanfarrón, vamos), y tan pronto declaran la independencia como suspenden esa
misma declaración (y suspendida sigue, dos años después del butifarrendum II).
Por
eso, el que Chistorra amenace con no acatar la sentencia y consumar la independencia hay que tomarlo como lo que es:
el anuncio de un delito de desobediencia.
Y
a los desobedientes se les castiga, a ver si aprenden de una refitolera vez.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario