Para
los progres, que tengas un rasgo
criticable –que seas torero, o siquiera que te guste la tauromaquia- te
descalifica absoluta y totalmente. Si eres un niño enfermo de cáncer y declaras
que te gustaría ser torero, te pueden desear la muerte sin más consecuencias
que el que tales deseos sean considerados deleznables
y repulsivos, pero no delito. Para eso,
francamente, no hace falta un juez: que los comentarios dan asco, y los que los
profieren más, es algo que resulta evidente.
Y
si un torero, además, practica el aikido, y es convocado para dar una
exhibición de sus habilidades en ese arte marcial, siempre estarán los retroprogres que, según el artículo, se llevarán las manos a la cabeza escandalizados ante la posibilidad de que un
torero sepa hacer algo más que estoquear reses bravas y que, finalmente, conseguirán que la organización del evento recule y retire la invitación.
Se
supone que las artes marciales contribuyen a la paz interior, al dominio de uno
mismo y al respeto hacia los demás. Algunos, por lo visto, no se han dado
cuenta de ello. Y no me estoy refiriendo, por supuesto, al diestro.
Lo
que me lleva a preguntarme… ¿cómo se denominará a un torero zurdo, suponiendo
que lo haya?
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