viernes, 19 de junio de 2015

El tercer tiempo

Celebrada la final de la Copa de Fútbol de Su Majestad el Rey, se produjo la pitada prevista. El árbitro (según mi padre, entre los mejores árbitros españoles actuales, por no decir el mejor) consignó en el acta del partido que el comportamiento del público había sido normal. Hombre, si se considera que es normal que un burro rebuzne, lo normal cuando reúnes a cien mil asnos (con todos mis respetos para el noble jumento, animal de mucha mayor inteligencia y nobleza que las hinchadas de marras) en un recinto es que se produzca una rebuznada mayúscula. Hasta ahí, todo normal.
También entró dentro de lo esperable las distintas reacciones:
  • el Partido Popular habló de cambiar la Ley (ya sería hora)
  • Pedro Sánchez llamó al Rey (¿para qué?, me pregunto yo)
  • La Generalidad respaldó al Barça y declaró que evitaría que los clubes tuvieran ninguna responsabilidad... lo cual les honra, puesto que la responsabilidad principal, o al menos una muy importante, es suya y sólo suya
  • El charnego en retirada dijo que se debería valorar el porqué de los pitos y no sancionar, cuando precisamente el hecho de que en el pasado no se hayan producido sanciones es la razón de que actualmente los pitos se sigan produciendo. De hecho, ya en 2.009 la Audiencia Nacional archivó una querella por los silbidos en la Copa del Rey al considerar que pitar el himno no incita al odio nacional ni es ultraje a España. Uno se pregunta qué habría de ocurrir para que la Audiencia Nacional estimase que se había producido un ultraje a España (salvo que apliquen el nada jurídico refrán de que no ofende quien quiere, sino quien puede… aunque por intentarlo, que no quede)
  • Marc Gasol (soprendentemente porque los Gasol suelen ser comedidos en sus declaraciones) dijo que hay que preguntarse sobre el porqué de la pitada, añadiendo que él quería que se vote
  • El que dio la sopresa –quizá porque ya está de vuelta de todo- fue Johann Cruyff, que dijo que a uno que pita el himno le falta un tornillo.

¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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