jueves, 8 de noviembre de 2018

Alguna esperanza queda

Tan permeadas están las altas instituciones del Estado –la más alta parece que no, afortunadamente- de la ubicua partitocracia, y tan acostumbrados estábamos a la colaboración –por acción o inacción- de casi todas las formaciones políticas con aquellos que quieren destruir a España y a los españoles, que ya casi habíamos perdido la esperanza de recibir buenas noticias en lo relativo a ese tema.
Pero parece que la esperanza es lo penúltimo que se pierde, y que esa puerta no está totalmente cerrada. Al menos, eso cabe interpretar del hecho siguiente: el presidente del Consejo General del Poder Judicial –órgano politizado donde los haya- impidió participar en un acto a la representante del consejo de gobierno regional catalán porque se negaba a quitarse el lacito filogolpista amarillo que llevaba en la solapa. Naturalmente, las hordas necionanistas salieron en tromba a denunciar el atentado a la libertad de expresión y pamemas semejantes, lo cual demuestra que la prohibición estaba bien establecida.
Quod erat demostrandum.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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