sábado, 3 de noviembre de 2018

La pela sigue siendo la pela

Por mucho que se proclamen demócratas, los comunistas de todo tiempo y lugar siempre han querido, quieren y querrán una sola cosa: el poder. Poder para decidir, poder para dirigir, poder para mantenerse en ese poder. Y para ello tienen que empezar por desmontar o, al menos, socavar las estructuras existentes por otras creadas por ellos, que les sean dóciles y que sirvan a sus propósitos.
Lo anterior me ha quedado a medio camino entre solemne y pomposo, pero es una entrada lo suficientemente melodramática para que la mantenga. Porque la noticia, la verdad, no puede ser aparentemente más ridícula: las dos alcaldesas neocom, doña Rojelia y la bruja Piruja, se han sacado de la manga unas monedas alternativasmadroño en la villa y Corte, rec en la ciudad condal- con las que pretenden sustituir, siquiera en el ámbito municipal, a la divisa de curso legal. Manda narices: toda Europa buscando converger hacia una moneda común, y estas dos iluminadas divergiendo.
Eso sí, me apuesto madroños contra recs a que los intelectuales que han hecho el estudio de las mismas no cobraron ni en unos ni en otros, sino en euros contantes y sonantes.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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