jueves, 14 de marzo de 2019

Creando borregos

El control de la educación siempre ha sido el objetivo de cualquier partido con ansias de perpetuarse en el poder, ya sean socialistas o secesionistas regionales. Y es lógico, porque si logras modelar las mentes todavía dúctiles de los infantes, te aseguras que en el futuro pensarán (es un decir) lo que tú desees que piensen.
Si a esto le unimos el hecho de que, cuando uno quiere dar la impresión de que está dando datos absolutamente veraces, es común tirar de decimales, tendremos afirmaciones que resultan de todo punto inverosímiles. Tomemos, por ejemplo, el caso de la con frecuencia titubeante portavoz del Gobierno del dctr Snchz. A propósito de lo cual, una digresión: sin que sirva de precedente, la derecha en general ha elegido mejores portavoces que la izquierda (Miguel Ángel Rodríguez sería un chuleta y Triple S una ambiciosa, pero al menos se expresaban con firmeza; Rosa Conde, en cambio, tartajeaba, y la actual va camino de ello).
A lo que iba: preguntada por Ciudadanos acerca del control nacionalista de la educación, la ministro socialista admitió semejante realidad, pero la cifró en un cero coma dos por ciento. Cifra que, como he dicho, no se cree nadie.
Y es que sólo un único caso ya sería demasiado.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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