La
noticia de que el Tribunal Supremo impone cambios en la administración andaluza
antes que el gobierno del PP y Ciudadanos me suscita un doble pensamiento.
El
primero, que ya tiene narices que sea la judicatura, con lo proverbialmente lenta
que es, quien haya impulsado los primeros cambios en la región más atrasada de
España (maravillas de cuatro décadas de caciquismo izquierdista).
El
segundo… que cuarenta años han esperado para imponer esos cambios. Ya podrían
haber corrido un poco más, carajo.
A
propósito: los cambios son que el alto tribunal ha decidido que sólo los
funcionarios pueden repartir subvenciones, lo que puede suponer un cambio
radical en la Junta de Andalucía.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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