sábado, 14 de marzo de 2020

Proceso al proceso (34)

Es en los momentos verdaderamente difíciles cuando se ve cuál es realmente el temple de las personas.
Históricamente, los mártires cristianos han demostrado su entereza. Entre la opción de abjurar de su fe y salvar la vida, o mantenerse fiel a sus creencias y morir, el martirologio está lleno de historias edificantes sobre creer en algo superior a uno mismo.
Los golpistas catalanes, que a menudo gustan de presentarse a sí mismos como mártires de su causa, tienen en general una actitud muy diferente, que ha quedado de manifiesto antes, durante y después del juicio. Del yo no sabía nada al intenté impedirlo, pasando por era todo un mero ejercicio teórico, cuando le han visto las orejas al lobo de la Justicia han ido, en mayor o menor medida, reculando o aceptando gracias y favores.
Incluso el bleferóptico con sobrepeso, que ha sido uno de los más contumaces en sus postulados, ha aceptado un tercer grado. Otros, como una tal Dolores Bassa, a la que no tengo el disgusto de conocer (ni ganas de hacerlo, la verdad sea dicha), ha roto la disciplina de los presos golpistas y ha dicho que aceptaría un indulto.
Definitivamente, ya no quedan Mandelas…
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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